Karla Aguilera Rangel
Irapuato, Gto.- La cigarrera “El Águila”fue de las primeras empresas que se instalaron en la ciudad y endonde cientos de irapuatenses tuvieron la oportunidad de formarparte de la empresa que dio fama a los “Faros”, las nuevasgeneraciones desconocen la cigarrera y las viejas generaciones aúnla recuerdan.
Alrededor del año 1925 la industria enIrapuato tuvo un decline que afectó a fábricas, entre ellasalgunas cigarreras que ya estaban en la ciudad, fuedon Leopoldo Caravallo quien vendió su fábricaa British American Tobacco de Inglaterrapara convertirse en la cigarrera “El Águila”.
La cigarrera estuvo ubicada en parte de lacalle Leandro Valle y la Calzada Centenario, conocida actualmentecomo Díaz Ordaz y cuentan que fue la empresa de tabaco inglesaeligió a Irapuato por sus avances en el ferrocarril, pues sucomunicación y ubicación ferroviaria era muy favorable para lasnuevas industrias.
Según los archivos cuentan que la cigarrerafue inaugurada por el general Álvaro Obregón, antes de serasesinado y un hombre llamado Arthur Iverson, fue el administradorde la cigarrera.
Hombres y mujeres trabajaron haciendo cigarrosa mano, enrollaban el papel en el tabaco para formar el cigarrilloque se pegaba y se metía a su cajetilla.
Otra cigarrera que estaba en la ciudad“La Compañía Industrial del Centro”de Emeterio Padilla, estuvo en crisis y pasó su propiedad a “El Águila”,entonces siguió produciendo sus cigarros y lanzó a la fama laconocida marca “Faros”, quien llegó a ser primero propiedad“La Compañía Industrial del Centro”.
Los irapuatenses adultos y ancianos aúnrecuerdan la enorme cigarrera y el olor a tabaco que inundaba lascalles cercanas a la fábrica, muchos niños de ese entonces, yaadultos, tuvieron la oportunidad de estudiar en la telesecundaria“El Águila”, abierta especialmente para los trabajadores de lafábrica y también la fábrica contaba con su propio clubdeportivo, llamado del mismo nombre que la cigarrera.
Los que vivían cerca de la fábrica recuerdanla chicharra que sonaba en diferentes horas del día y a lasmujeres y familiares llevando de comer a los obreros.
“El Águila” estuvo cercade 56 años activa en Irapuato, hasta que cerró sus puertas paramudarse a San Luis Potosí entre los años ochentas, dejando adecenas de irapuatenses sin empleo, lo que provocó una gran caídaen la economía de cientos de familias.
Muchos aún recuerdan llorar a los obreros yfamilias por la mudanza de la cigarrera, que ahora forma parte dela historia en la industria de Irapuato.